Hay amores que son
inmortales, que traspasan todas las barreras del tiempo y del espacio. Keilan
lo sabe. Ha esperado a María durante siglos.
Ahora dispone de
una semana para que ella recuerde quién es… quiénes son: Ángeles desterrados
sobre los que pesa una terrible maldición.
No me gustan mucho las novelas fantásticas; quien bien
me conoce, bien lo sabe. Pero, desde que en 2009 me metí en FB y empecé a
conocer autores que, como yo, querían dedicar su vida a escribir,
empecé también a abrir mi mente (y mi alma) otros gustos, otros
géneros y otras historias en definitiva. Soy tan terrenal que me
cuesta horrores conectar con una historia fantástica, ya sean ángeles,
vampiros, elfos, gnomos, hadas... Y sin embargo, he tenido la inmensa
suerte de leer cosas estupendas en este género en los últimos dos años.
Lo último: Ángeles desterrados. Encontrar esta novela el pasado mes de agosto ya fue, en sí mismo, algo Fantástico. Andaba, de hecho, buscando Eterna oscuridad.
Y lo de siempre: buscas una novela, y encuentras otra, así, de sopetón.
Y te dices: esto es destino. Esto estaba esperándome. Esto tiene que ir
a parar a mis manos...
Y la coges, y la pagas, porque yo siempre pago los
libros (no los descargo gratis e ilegalmente de Internet). Y la miras, y te gusta, y piensas:
esto puede estar muy bien; me gusta la portada, y el cuerpo me pide algo
"fuera de lo normal".
Ya en casa recuerdas que tienes cosas pendientes, la
aparcas pero la vas mirando, te va tentando, te tienta cada vez más y al
final caes... de cuatro patas, sin remisión posible. ¿Lo mejor? Has
acertado. Y te invade una sensación de paz cuando tras la primera página
descubres que te has enganchado. Sí, visceralmente. Y te obligas a
dosificar, a leer un capítulo al día... y lo vas haciendo, y te vas
disciplinando, pero llegas al capítulo 15 y ya no puedes parar. Y te la
lees de un tirón. Y la culpa es del día, que es sábado, que al día
siguiente es domingo, que no hay prisa por ir a dormir, que NO PUEDES IR
A DORMIR sin saber cómo acabará la historia entre Keilan y María. Que
no puedes apartar los ojos de una historia que, increíblemente, te ha
subyugado como pocas historias lo han hecho desde hace mucho, muchísimo
tiempo. Mucho menos una fantástica.
No creo en ángeles. No creo en demonios. No creo ni en
el cielo ni en el infierno. Pero esta historia me ha llegado. Si pudiera
definirla con una palabra sería ORIGINAL. Sí, sí, no os riaís. Tened en
cuenta que leo pocas novelas de este género, así que no tengo mucho con
qué comparar, y para mí, en ese momento puntual en que llegué a la
última página, la novela de Anabel era la novela más original que había
leído nunca. Probablemente, dentro de unos años, ya no podré decir lo
mismo, pero para mí será siempre preciosa, por su modo de narrarla, por
cómo mezcla realidad y fantasía, por la ambientación, tan española. Lo
reconozco: nunca pensé que una novela así pudiera ambientarse en España.
Me descolocó. Y mucho. Pero me gusta que me sorprendan, que me
descoloquen, que me rompan los esquemas establecidos. Me gusta parar y
exclamar, ¡leches, qué es esto! O ¡Joder, mira con qué me sale éste!
Generalmente, leo historias reales o realistas, algunas me gustan más
que otras, pero ninguna me sorprende, ninguna es capaz de descolocarme,
de decir ¡Caray, qué imaginación! Y cuando lees algo así, además,
descubres, como yo he descubierto tras leer esta historia, que no tienes
imaginación. Que cuando creías que tu imaginación era desbordante,
¡ilusa!, no tienes ni pizca de imaginación... Al menos no la imaginación
que una novela de este género requiere. Conclusión: mucho me temo que
jamás escribiré una novela fantástica. Me aterra la idea de no llegar,
de quedar mal, porque para escribir novela fantástica, como para todo,
se ha de tener talento.
No soy una spoiler (sea lo que sea eso... bueno,
que me dijeron qué es), no os voy a contar la historia, ni voy a hacer
un resumen, ni os voy a decir quienes son los buenos y quiénes los
malos. Eso lo descubrís vosotros cuando la leáis. Sólo la recomiendo.
Sólo os digo que a mí me ha parecido algo sensacional. No soy la mejor
crítica, y lo sé. Sólo puedo dar mi opinión. Y decir: quiero más. Quiero
la próxima. Quiero aficionarme al género fantástico... pero lo haré con
buenas novelas. Y tú, ¿aún no la has leído? No sabes lo que te
pierdes...
ÁNGELES DESTERRADOS
ANABEL BOTELLA. 2011
NOWEVOLUTION
254 PÁGINAS
ISBN: 978-84-938690-2-1
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