San Sebastián, 17 de agosto de 1719.
Tras varias semanas de asedio, las tropas
francesas al mando del duque de Berwick entran en la ciudad. Camila de Gamboa
se ve en la obligación de hospedar en su casa al capitán galo Armand Boudreaux
y al hermano de éste, que ha resultado malherido. Paga así una deuda de honor
contraída por su padre, un médico muy apreciado. Camila también se dedica al
cuidado de enfermos, aunque no parece haber heredado el don especial de su
progenitor para curarlos.
El antagonismo entre Camila y Armand es
patente desde el primer momento y parece crecer día a día. Pero gracias a la
convivencia, irán descubriendo que las primeras impresiones no siempre son las
más acertadas.
¿Serán capaces de solventar sus
diferencias, olvidar un pasado que los atormenta y admitir lo que sienten el
uno por el otro?
«Una novela repleta de ternura y
sentimiento, con una magnífica ambientación en el siglo XVIII que torna
deliciosa su lectura. Sin duda alguna, un asedio al corazón de las amantes de
la novela romántica.»
Nieves Hidalgo.
Me
habían hablado muy bien de esta novela mucho antes de que me animara a
comprarla. Puedo deciros que estoy muy satisfecha de haberlo hecho al fin; es
una novela muy, pero que muy bien
escrita; no solamente bien narrada, sino bien escrita, con todo en su
lugar, sin faltar detalle, sin errores y sin omisiones. Ahí tengo que felicitar
no solamente a la autora, sino a los correctores de la editorial, que se ve que
han hecho un buen trabajo para que los lectores leamos con gozo y tranquilidad.
Lo sé, lo sé, soy muy puntillosa con este tema, hasta el punto de que si veo
muchos errores o errores muy garrafales, con todo mi pesar, abandono al punto
la lectura y voy a buscar algo mejor.
Por
fortuna, la novela de Pilar Cabero me ha satisfecho, como os digo, mucho,
mucho. De entrada, y gracias a una perfecta edición, me he podido meter en la
historia hasta el tuétano, dejarme seducir por ella, por sus personajes, por su
absorbente y delicada trama. No suelo leer novelas del siglo XVIII, es algo
casual, nada premeditado; sencillamente, hasta encontrar esta, no había
encontrado ninguna parecida, con una ambientación tan cuidada; encuentro a
faltar, no obstante, algún detalle histórico o cultural significativo que deje
plena constancia de que nos hallamos en el siglo XVIII y no en otro. Por
momentos tenía la sensación de estar en el siglo XIX; un par de alusiones a
autores literarios, artistas o políticos españoles del XVIII, incluido quizás
un Felipe V o un Carlos III (aunque muy joven, desde luego) con más
protagonismo hubieran servido para, al menos a mí, situarme mejor
cronológicamente.
Los
personajes protagonistas están muy bien definidos, aunque como de costumbre,
sigo prefiriendo a esos secundarios que, a la chita callando, se adueñan del
corazón del lector: ese Pierre, esa Juliana; esa maravillosa historia de amor
que vence cualquier adversidad. Quizá, porque al no ser protagonistas, el final
de su historia no es totalmente previsible y deja un pequeño margen a la sorpresa;
podría acabar de cualquier forma… incluso podría acabar mal.
El
personaje de Samuel es el más tierno, os llegará al corazón; el de doña
Enriqueta, el más amargo (ésa no tiene corazón)… Los personajes de Claude y de
Delphine, o ese amigo que se deja seducir imprudentemente, ponen la sal y la
pimienta a una historia que, de otro modo, estaría fácilmente condenada a la
ñoñería. ¡Cómo me gustan los malos de la peli!
Sin
embargo, y a pesar de todo lo bueno que ha quedado escrito, esta reseña no
sería una reseña seria si no dijera algo negativo. Desde ya, os digo que esta
es una opinión personal y nadie tiene por qué estar de acuerdo conmigo. No me
gusta el tratamiento que la narradora le da al personaje de Cosme. Sé que
apenas hace un siglo la homosexualidad se penaba con la cárcel… e incluso con
la muerte; entiendo que los autores del siglo XVIII, del XIX, e incluso de
principios del XX, y en España, comulgaran con el régimen político y la
sociedad represiva de la época, y plasmaran en sus historias su particular
condena a las relaciones homosexuales; pero quisiera remarcar que, aunque la
novela objeto de esta reseña se ambienta en el siglo XVIII, sus lectores, entre
los que gustosamente me encuentro, vivimos en el siglo XXI. No digo que la
historia de Cosme haya de tener un final feliz, nadie lo espera porque no sería
coherente, pero sí deploro que la autora/narradora ni siquiera se haya
esforzado por empatizar con el personaje y hacerlo más humano, transmitir al
lector la idea de que si actúa como lo hace, quizá no sea por gusto ni por
crueldad gratuita, sino porque se ve obligado a ello por las particulares
circunstancias que le rodean. Hay situaciones en la vida que sacan lo peor de
nosotros. Ella simplemente deja clara la asociación homosexual = criminal;
puede que eso dejara satisfechos a los lectores de aquella época, pero no a mí.
Escribimos no para nuestros padres, ni para nuestros abuelos, escribimos para
nuestros hijos y para nuestros nietos, y a ellos tendremos que rendir cuentas
de lo que hacemos y cómo lo hacemos. Si estigmatizamos la homosexualidad en
novelas escritas en el siglo XXI, no
estamos dando un buen ejemplo a los que nos seguirán. No es la primera vez que
me encuentro con un caso así, donde el malo malísimo, ¡qué casualidad!, es
gay/lesbiana. Y he de decir: no me gusta. No me gusta. Que cada cual lo
entienda como quiera, pero no me gusta que se cuelguen etiquetas ni sambenitos
de este tipo. Pero como bien he dicho, es una opinión puramente personal, y la
única “pega” a un libro que, como ya he dicho, y no he mentido en absoluto, me
ha deleitado casi de principio a fin.
TÍTULO: ASEDIO AL CORAZÓN
AUTOR: PILAR CABERO.
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2012
EDICIONES B/ROMÁNTICA BOLSILLO
351 PÁGINAS
ISBN: 978-84-9872-722-7
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